Aprende a ver la belleza con la técnica Moa

Este post está escrito por mi colaboradora Mónica Montero de Abadía del Abalorio.


Aprendiendo a ver la belleza. Moa.
Me encantó leer que la Revista Promocionarte nos daba esta oportunidad de escribir pequeños artículos ¡de lo que quisiéramos!

Afronto esta nueva etapa como un proyecto que me llena de ilusión porque siempre me ha encantado escribir, y tener la oportunidad de colaborar con la Revista Promocionarte con un post invitado, significa para mí haber conseguido uno de mis objetivos personales.

Pienso en artículos que ayuden a apreciar la belleza de la vida, para no caer en la depresión, para rechazar la amargura, para no dejarse vencer por el estrés y superar las pruebas que a veces te pone la vida. Porque a veces nos levantamos por la mañana, nos miramos al espejo y pensamos: ¡uff, qué cara tengo hoy!, o ¡vaya! ¡hoy no me veo esas feas ojeras! Pero no nos paramos un momento y nos preguntamos ¿cómo me siento hoy? ¿Con qué actitud voy a enfrentar el día? ¿Qué puedo traer a mi mente para poner una sonrisa en la cara y que me dure todo el día?

Creo que esto es tan importante o más que la parte física. Y para ayudaros a sentiros igual de bien por dentro que por fuera, intentaré explicaros maneras de cuidar vuestra parte sensorial, emocional, espiritual.

Hoy os voy a hablar de la terapia floral Korinka o Moa.


Gracias a la asociación de enfermos y familiares de enfermos de Alzheimer de mi zona, entré en contacto con esta terapia.



Estamos cegados por las malas noticias que ocurren a diario en todo el mundo. Es imposible ver un telediario sin terminar con sensación de angustia, de inseguridad, de injusticia. Y esas sensaciones y ese malestar se van haciendo hueco en nuestra vida, de tal manera que se come el espacio de las sensaciones placenteras, de la capacidad de sonreír ante cualquier pequeño y bonito detalle que nos presenta el día.

“Para disfrutar de la belleza y del arte de elevado nivel se desarrollan dos actividades: Korinka o arreglo floral y Bonte mae o Ceremonia del TéMokichi OKada, científico, escritor, filósofo, artista y realizador japonés.

Os paso a contar la técnica que me explicaron a mí a lo largo de ocho sesiones:

  • En primer lugar es recomendable hacer algún tipo de relajación para que puedas disfrutar más de la experiencia, porque si tu mente está ocupada en otras cosas no serás capaz de apreciar detalle alguno por mucho que las flores sean perfectas.Teníamos a nuestra disposición bastantes ramilletes de flores separadas y preparadas en recipientes de agua. También teníamos varios jarrones de distintos tamaños, colores y formas, y varias jarras de agua. Lo más relajado posible observas todas las flores que tienes delante de ti, las miras, puedes dar vueltas alrededor, tranquilamente, sin prisa, hasta que veas algún ramillete o alguna flor que te llame la atención, que te guste más, y esa es la que escogerás. Hay veces que no hace falta ningún tiempo de observación porque según entras en la sala y ves las flores ya hay alguna a la que no puedes quitar ojo aunque no sea la más bonita a simple vista.

  • Una vez que tenemos la flor en nuestras manos, la empezamos a observar por todos lados. Vemos que tiene pétalos, nos fijamos en su tallo largo o más corto, prestamos atención a sus hojas, su forma, su orientación, su longitud. Miramos si nuestra flor (al igual que nosotros) tiene una parte frontal y una posterior “una cara y una espalda”. La giramos imaginándonos cómo nos gustaría que quedara en un jarrón apoyada (siempre por el tallo en la boca del jarrón, no en el fondo), en ese rincón de nuestra casa, o de nuestra oficina que nos gustaría que iluminase con su belleza, porque la flor que tenemos en nuestras manos es realmente bella. Es una maravilla que la naturaleza nos da la oportunidad de observar y que ahora mismo nosotros tenemos la suerte de tener delante para llenarnos de bienestar e iluminar nuestra vida con su color, con su olor, con su textura.



  • Acto seguido vamos a escoger  un jarrón que sea adecuado a nuestra flor, que permita exponerla y que complemente su belleza. Cogemos una jarra y vertemos poco a poco agua en el jarrón escogido, de tal manera que podamos escuchar  cómo el agua cae y va llenando el jarrón ya que es un sonido que nos permite seguir en el estado de relajación en el que nos encontramos en este momento. Una vez que tenemos nuestro jarrón con la cantidad de agua suficiente, cogemos la flor y cortamos un poco el tallo para que pueda empezar a absorber el agua fresca que le vamos a proporcionar. Y posicionamos nuestra flor en el jarrón con delicadeza en la forma que creemos que regala toda su belleza. Cuando la tenemos colocada la volvemos a observar, apreciamos su belleza, sus detalles, sus diferentes texturas entre los pétalos y las hojas, sus cambios de color. Cuando consideramos terminado nuestro arreglo floral nos tomamos unos minutos para preguntarnos cómo me siento en este momento. ¿Me siento mejor que antes de observar y darme cuenta de la belleza de mi flor, más relajado, con más vitalidad, con más alegría?
  • A medida que en casa o en la oficina, día a día, cuidamos de nuestra flor, cortamos un poquito su tallo para renovarla, la cambiamos el agua, y esto lo hacemos deleitándonos con su belleza, vamos aprendiendo a ver más belleza a nuestro alrededor, en pequeños detalles que antes pasaban desapercibidos y nos vamos llenando de sentimientos y sensaciones de bienestar, dejando menos espacio a pensamientos oscuros que sólo nos hacen ver la parte negativa de la vida.


Si somos constantes con ésta técnica y la introducimos como un ritual cotidiano, será capaz de cambiar nuestra vida.

Intentadlo y me contáis qué sentís.

“Mokichi Okada pensaba que las flores difundían el concepto de Belleza y que tenían un importante papel en la creación de una nueva civilización, porque las flores encarnaban la belleza de la naturaleza y porque se podían conseguir con mucha mayor facilidad que las obras de arte….”


Mónica Montero

7 comentarios:

  1. Que bonito mónica... Me ha encantado... Espero que esta nueva etapa te vaya muy bien... Múac

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    1. Muchas gracias, me alegro que te haya gustado. Te recomiendo la práctica porque cambia vidas, la sensación de llenarte de buenos sentimientos y bonitos pensamientos es muy poderosa.

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  2. Esta entrada hoy me vino genial. Gracias.

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    1. Es maravilloso que te haya ayudado aunque sea un poquito. Recuerda lo todos los días e interioriza el bienestar como parte de ti, y hay piezas que empiezan a encajar en tu vida.

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  3. Genial el artículo, me ha encantado y al partir de hoy a disfrutar esas pequeñas cosas que no vemos...

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  4. Me ha encantado este artículo

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  5. Gracias Pedro, efectivamente el disfrutar de pequeñas cosas es un ejercicio que podemos ir practicando un poquito todos los días.

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