Llevaba unos días pensando de qué poder hablaros, y después de darle muchas vueltas, he decidido hablaros sobre la alimentación de nuestros hijos.
Seguro que compartís conmigo que tener un hijo es una experiencia bella y maravillosa que te brinda la vida y que desde el minuto uno de la gestación pensamos llenarlo de atenciones, amor y darle lo mejor lo mejor.
¿Pero realmente sabemos que es lo mejor para ellos?
Son muchos los padres que no son conscientes de que la alimentación que les dan a sus hijos no es la correcta, y ya no solo por los productos que comen, sino por los hábitos que adquieren, ¿os acordáis de unos anuncios en TV este verano de una marca de muebles, donde salían como los hijos tenían las mismas costumbres que sus padres? Aunque salga por la TV eso no es ficción, así que antes de enseñar a nuestros hijos quizás tendríamos que mirarnos al espejo y preguntarnos si nosotros lo estamos haciendo.
Desde los primeros meses de edad, y por diversas razones, la mayoría de los bebés son alimentados con leches artificiales, y a medida que van creciendo se les van introduciendo sus primeras papillas de cereales. ¿Pero estas papillas de cereales están adaptadas para ellos?
La respuesta a esta pregunta es muy simple.. el estómago de nuestros hijos se está empezando a adaptar a comer nuevos alimentos, en este caso los cereales. Hay que recordar que los azúcares refinador, aditivos, conservantes, miel o las trazas de frutos secos no pertenecen al grupo de los cereales, así que todo lo que ponga en el apartado de ingredientes de la papilla que compras no sea un cereal, no tendría que estar comiéndolo tu hijo.
A medida que les van saliendo los primeros dientes, aprovechamos para darles alimentos blandos, introduciéndoles en el mundo de la bollería, panes, dulces, chocolates y demás harinas refinadas. De aquí pasamos a otros productos industriales, por ejemplo las pastas blancas como los espaguetis, macarrones, añadiéndoles un montón de salsas comerciales que compramos para que se coman y les guste toda la comida prefabricada que le damos.
En definitiva, les damos comida de adultos, alimentos procesados e industriales, alimentos sin energía y sin nutrientes que les alimenten.
Como madres debemos de ser más conscientes de lo que comen nuestros hijos, y si les estamos enseñando unos hábitos alimenticios adecuados. Si vuestros hijos son de los que se resfrían continuamente o , coge muchas otitis, es una máquina de crear mocos, está falto de energía, ¡vigila lo que está comiendo!
Es cierto que el ritmo de vida que llevamos en la sociedad de hoy en día con el trabajo, los horarios ajustados, la falta de tiempo y las mil cosas que hacer más las grandes y buenas campañas de marketing de alimentación industrial e insana que nos bombardea continuamente, nos esta ayudado y mucho a despistarnos de lo importante que es conocer y darles lo que realmente necesitan nuestros hijos.
Pero todo esto tiene solución, aprender a hacerlo así nos ha resultado fácil, ¿te animas a desaprender?
Una organización en las compras y la cocina, alimentos de calidad (siempre recomiendo alimentos ecológicos) y a poder ser integrales, vegetales propios de cada estación y con un poquito de conocimiento y amor podemos crear deliciosos platos, platos nutritivos y adaptados a sus necesidades con tal de alimentarlos de una manera totalmente sana para poder crecer llenos de salud y energía.
Con organización en la cocina, con alimentos de buena calidad, (siempre recomiendo alimentos ecológicos) alimentos naturales, integrales, y propios de cada estación y con buenos hábitos, podemos crear deliciosos platos, llenos de color, variedad y con los que nuestros hijos se alimentarán de manera totalmente sana para poder creer llenos de salud y energía.
El consumo abusivo de alimentos industriales, alimentos que actualmente encontramos en cualquier establecimiento y que están totalmente integrados en nuestra sociedad actual, puede conllevar a múltiples dolencias y enfermedades, así que depende de nosotras el ser conscientes, evitarlos y apostar por una alimentación sana.
Estarás de acuerdo conmigo en que siempre podemos mejorar la alimentación de nuestros hijos y la nuestra propia, pero si no sabes por dónde empezar, te diré que lo primero que debes hacer es eliminar de la alimentación de tu hijo todos los productos industriales, la leche animal, el azúcar y harinas refinadas, bebidas azucaradas, bebidas energéticas y por supuesto las carnes rojas.
El siguiente paso que te recomiendo es que empieces a leer e interesarte por la alimentación energética, seguro que ya habrás oído hablar de ella y como bien sabrás se trata de una alimentación sana, natural y lo más importante cubre las necesidades energéticas de cada miembro de la familia.
Uno de los factores a tener en cuenta es en la alimentación energética es cocinarás los alimentos de la forma apropiada para que nos proporcionen la energía y la vitalidad que necesitamos en cada momento del día. Con la alimentación energética conseguirás sin duda que tu hijo pueda alcanzar el equilibrio energético que necesita para su crecimiento a través de la alimentación y por supuesto también para toda la familia.
Aparte de la importancia que hemos de darle a la calidad de los alimentos que les damos a nuestros hijos, hay otros aspectos a tener en cuenta, como son algunos hábitos alimenticios que debemos de cambiar.
Como por ejemplo; horarios de comida establecidos, que se tomen su tiempo para comer con tranquilidad, sin televisión, sin azúcares insaludables, sin productos antinaturales en sus platos, sin aditivos ni sustancias poco saldables, ni tampoco les proporcionaremos cantidades exageradas de alimentos como en muchos casos acaba ocurriendo, sobrealimentamos a nuestros hijos con alimentos poco saludables.
¿Te ha gustado el artículo? ¿Qué opinas? Deja un comentario, que nos encantará leerte y debatir sobre este interesantísimo tema que nos ofrece Ecoalgrano.
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Tienes toda la razón,nos hemos acostumbrado a los productos industriales y no nos benefician en nada y en las ciudades grandes (dónde todo va tan rápido) es aún peor. En mi caso particular, amamanté a mi hijo más allá del año (con los innumerables beneficios que eso aporta a su salud) y practicamos BLW ( alimentación libre de papilla y autoregulada) lo cual le permite regular la cantidad de alimento que necesita y siempre ha comido bastante (sobre todo frutas ) pero sí, comemos mucho y mal y esto pasa de generación en generación. Además se nos presiona con cantidades pesadas en la alimentación de nuestros hijos y así luego hay problemas de sobrepeso o de malos habitos de comida. Citando a Eva Hache sobre las papillas de multicereales " ¿tú sabes el nombre de 8 cereales asi,sin pensar? Y te lso comes todos juntos y de golpe? "
ResponderEliminarUn saludo y espero leerte con más pautas sobre alimentación :)