Foto de la modelo Marisa Jara. Encontrada en Google. |
Dolida.
Indignada.
¿Pero qué le pasa a este mundo que basa la belleza en un número de talla?
¿Que una 42 es estar gorda? Sincermanete, los que crean esto, es que les falta enfoque. O se tienen que poner gafas. O como dicen en mi pueblo "están mal de la cabeza".
Creo que declaraciones como éstas de Marisa Jara " He tenido que escuchar -qué pena, con lo guapa que es y qué gorda está" no deberían de haberse dicho nunca.
¿Pero en qué mundo vivimos? Desde luego, quien haya dicho esto vive en un mundo irreal. Y cruel. Sin pararse a pensar que esas palabras no se las lleva el viento, que van calando y que van marcando y causan más problemas que beneficios.
Las personas #curvys, se cuidan. Si no, que se lo digan a ella. Pero lo mejor es que VIVEN. Y lo pongo con mayúsculas, porque tal y como ella cuenta en la entrevista ofrecida a la sección YoDona del periódico El Mundo.
Me ha llamado la atención cuando ha dicho " Nunca olvidaré una vez que llegué a Italia y mi 'booker' de toda la vida de allí me midió, vio que tenía 98 centímetros de cadera y se desmayó. Literal. Es lo más impactante que me ha pasado nunca en mi trabajo"
98 cm de cadera...y con salud ¿De verdad que es una pena?
Yo soy una chica con curvas, pero mis análisis están perfectos. Dicho por mi médico de cabecera "Ya me gustaría a mi tener esta analítica con 38 años. Ni azúcar, ni colesterol, ni nada de nada..." Y me cuido: hago deporte, duermo al menos 7 horas y como sano.
Si, me sobran unos cuantos. Pero no por ello me siento menos a nadie. No por ello me siento mal. Me cuido y si puedo ir definiendo mi cuerpo mejor. Pero sin presiones, por favor. ¿Por qué me tengo que sentir culpable por comer?
Aquí hay un transfondo mucho más duro y cruel, que solo el debatir si dieta sí o dieta no. Si el debatir, comida sana o comida basura o el debatir deporte si deporte no.....
Aquí hay un transfondo que me da pavor solo de pensarlo.
¿Perdona? ¡Qué sabrán ellos lo que es el éxito!
Si medimos el éxito por los kilos....¡Ay, madre mía! Cuánta idiotez junta.
De verdad, no dejéis de leer esta entrevista porque os va a gustar, sobre todo porque habla con sencillez y desde el corazón.
De unos años a esta parte nos exigimos ser SUPER MUJERES: Talla 36 y exquisitamente arregladas, con niños a ser posible un mínimo de dos, que son unos agelitos y que te dejan maquillarte y salir siempre a punto, que trabaja fuera y tiene éxito (si no, no eres nadie o al menos nadie importante), que tiene tiempo para todo: para las tareas domésticas, para jugar con los niños, para salir con sus amigas, para salir con otras familias, que está siempre pendiente de todo lo que ocurra en el colegio de los niños, que sale de compras, que está siempre perfectamente depilada, que irradia buen humor desde que se levanta hasta que se acuesta, que sale con su pareja todas las semanas a tomar algo fuera, siempre a dieta, siempre de gimnasio por mandato divido y con remordimientos si te saltas el entrenamiento....¿sigo? Una super mujer.
Y lo real, no es esto. Lo real es que tengamos una talla más allá de la 42, con niños sí pero hechos unos gamberretes que apenas te dejan ir al baño sola. Si trabajas fuera sabrás que a la hora más intempestiva tendrás que poner lavadoras y ponerte a tender, recoger y planchar.... Que te aburrirás de recoger juguetes que tus "lindos cafrecillos" esparcen por toda la casa. Que te saltarás más de una vez la dieta y el entrenamiento porque estás exhausta de un largo día de trabajo, dentro y fuera de casa. Que no siempre podrás quedar con tus amigas (o bueno, a no ser que sea en un parque con niños y cada una hablando mirando a sus hijos), que eso de salir al cine con tu marido es toda una odisea, y que serás imperfecta.
Tengamos cabeza y reflexionemos ¿qué mundo queremos para nuestros hijos? (En general, porque ellos también son víctimas de esta devastadora tendencia). ¿Queremos chicos y chicas sanas? ¡A cuidarse! ¿Queremos primar la belleza frente al ser, o cultivar el ser frente a la belleza exterior?
Lo primero la salud. Sin ella estamos perdidos. Pero cultivando mucho el SER.
Para mi, cuidar la salud de mis hijos es importantísima. Pero cuido con igual ahínco, su salud emocional. Cuido sus valores, su manera de ver el mundo, de enfrentarse a los obstáculos. La manera de creer en uno mismo, y fomentar la cultura del esfuerzo.
Yo sé que cometeré muchos errores. Pero me niego a hacerles pensar que una persona gorda es fea, o que una persona con kilos de más no tendrá éxito en su vida. Porque eso es falso.
El debate está servido. ¿Tú que opinas? No te vayas sin dejar tu reflexión, a favor, en contra. Pero opina, este artículo seguro que no te deja indiferente.
#bellezaconcabeza #mujeresreales #curvys
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